jueves, 11 de junio de 2009

¿Vamos de tianguis?

Hablemos de los tianguis o mercadillos, rastrillos, etc. Para empezar, decir que la palabra tianguis viene del náhuatl tianquiztli, que en español significa, precisamente, «mercado». No voy a dar información histórica, ya que hay suficiente en los enlaces anteriores, sino que voy a explicar las similitudes con los españoles.

Son muy parecidos a los mercadillos de barrio que se conocen en España, excepto por supuesto El Rastro de Madrid, que supera con creces el tamaño de los tianguis y de los mercadillos de barrio tradicionales ­(al menos los que yo conozco de España). Al igual que en España, suelen ponerse un determinado día de la semana, según cada barrio, con tenderetes desmontables y toldos.

En cuanto a los productos que se pueden encontrar en los tenderetes, suelen ser fruta y verdura, carne y pollo (buenísimas las hamburguesas de pollo del tianguis que se pone en nuestra colonia, oiga), ropa, juguetes, productos chinos y productos piratas, tales como películas en devedés y música en sidís. Respecto a esto último, recordad que en una entrada anterior os decía que aquí no ofrecen la mercancía con mantas en el suelo, sino que tienen tenderetes iguales a los de los que venden mercancías legales.

Aquí, igual que me imagino que en España, tienen fama (confirmada por alguien que trabajó en eso) de que tienen trucadas las básculas, de forma que te venden más barato, pero quién sabe si al final te sale igual o más caro. Eso sí, como curiosidad, el primer año que yo pasé aquí el gobierno repartió gratuitamente pesitas, no recuerdo bien si de 1Kg, 500gr o 100gr, con la intención de que la gente checase la veracidad de las básculas antes de comprar.

No sé si de Latinoamérica se importó la idea en España o es simple coincidencia, pero como podéis ver hay muchas similitudes entre los mercadillos de las dos culturas.

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